Y tú ya lo sabías.
Sin embargo quiero descansar.¿Aunque no sea tu hora?
Sí.¿Tengo que seguir hablando?
Sí... No...
La decisión no es tuya.
CHA, DIN, PON¡GLODÁPTICO!
Así me aburres.
¿Qué importa?Todos los sonidos son iguales.
Y También lo son todas las palabras...
Entonces,
¿dónde está la libertad?
En tu forma de pronunciarlas.
Lo que yo quiero decir ya se ha dicho.Dilo aún así,
no tengas miedo,
las palabras siempre son viejas...
¡Y los sonidos también!Pero tu voz es nueva.
Solo la voz es nueva.
Tendrás que empezar,
vuelve al principio.
No hay finalY tampoco hay principio.
Carlos G. de Castro
Buena metáfora para describir el movimiento eterno y dialéctico de la materia y la Ideología.
ResponderEliminarBajo la bóveda celeste y fuera de ella, en el espacio infinito, nunca existió ni existirá lo nuevo, sino a través de la crítica y la destrucción de lo viejo.
Me ha gustado esta entrada, me recuerda a Psicología de la Comunicación y la "metáfora de los constructores de herramientas" en/para una teoria radical de la subjetividad, que aunque no la comparto en su totalidad, tiene aspectos interesantes para profundizar en la Teoria de la Mente.
Saludos.